Y así fue como Winston Smith recibió el tiro en la nuca.. Nunca supo cuánto tiempo pasó, porque no importaba, de igual forma su cerebro fue purificado.
Como galletas Milo, de esas aptas para empezar el día, sino que yo me adelanté. Es la 1:45 am, hace media hora cerré el libro. No puedo dormir porque dormí toda la tarde y segundo, porque trato de hilar ese terrorífico mundo que ilustra Orwell con mi vida cotidiana. Comparando, nada es igual, pero pienso en la posibilidad de aplicar ciertos pensamientos en torno a mis debilidades. Le apunto a las debilidades porque no siempre estas son satisfactorias, así que el concepto de "poder"será el invitado a mi cerebro en los próximos días ( espero que ese concepto tampoco sea conciente del tiempo que pasará estando dentro de mi).
Yo he ejercido poder en los video juegos; en los perros grandes y necios que he sacado a pasear y que atentan contra mi vida por semejantez halonazos que dan. Diciendole a mi mamá por el celular que yo veré a qué horas llego a la casa...etc. Pero a ese ente jamás lo he puesto a trabajar con Marcela. Pienso que muchos creemos que dentro nuestro gobierna solo la idea de nosotros mismos. Creemos que al ser una identidad, es necesario, que algo externo a nosotros sea el que tome el mando de ejercer poder, porque el poder significa control.
Ya lo he dicho. El poder es esa facultad para controlar un impulso, sea físico o emocional, para ejercer una acción que pueda desembocar en hechos no satisfactorios. . ¿ Qué pasaría si yo ejerciera poder en mí misma? o mejor, cambio la pregunta, ¿quién es la otra conciencia dentro de mi que vería necesario ejecutar el poder? Winston nunca pudo olvidar, proque el último recuerdo que tuvo fue de su infancia, de un escenario agradable con su mamá y su hermana. Pero, el no decidió recordar. Fue algo que pasó por su mente, como los transeúntes que pasan por al lado de un supermercado. No tuvo poder sobre ese recuerdo.
La cosa se complica, pero sigue siendo posible. Los retazos del pasado, debilitan al poder. Entrelazo imágenes, escenas agradables de un tiempo mejor y las traigo a mi corazón para que sirvan como mecanismo de debilidad. Cuando no hay conciencia, de igual manera esos retazos vienen y nutren la ilusión y activan así mismo la imaginación, acto seguido, actuo porque creeo que conseguiré ese algo y acontinuación, caigo lento o rápido al piso, a esas baldosas metafóricas que emulan la frialdad de las reales. El poder es en esas ocasiones, el celador perezoso que no se da cuenta a qué horas se entraron los ladrones a un apartamento. Los actos inconcientes son ráfagas y saben qué es lo peor ? que tienen poder en sí mismos.
Ahora la dificultad se triplica, no sólo necesito ejercer el poder en mi misma, sino que necesito quitarle el poder a los actos inconcientes e insitntivos. Pero ellos son más rápidos, porque actuan bajo las entrañas del corazón.
Decidir no basta, poque cuando se decide terminar con algo o ponerle freno a algo así sea temporalmente, no se está teniendo una convicción. Hay quienes abandonan sus ideas o su hogar por obligación, más no porque sientan la necesidad.....Necesidad....Si yo necesito una cobija, es para que no sienta frío....Pero entonces, quién acoge a quién ? el poder a la necesidad, o viceversa?
Creo que hay algo claro. Se tiene una idea y al ser una idea esta aplastaría la rapidéz de la llegada de un instinto emocional, luego se tiene que adoptar o bautizar ese otro yo que otorgue poder sobre mi yo conciente y una vez esto se logre, la necesidad surgirá por si sola y cuando despierte, lo que queremos que termine, terminará.
...y si esa idea, no viene desde mi corazón?
Pongo un punto aparte confundido pero decidido.