martes, 11 de mayo de 2010

Retomando lo anterior... ¿?



Iba a escribir los primeros versos del día cuando ese horrendo teléfono sonó. Pero volví al ruedo, tranquila y con la promesa de que si vuelve a sonar, como buena 'pitcher', éste volará a una velocidad considerable a travéz de la ventana, caerá a la carrera séptima y será arrollado por varios taxis, carros particulares y busetas. Yo me quedaría inmóvil observando el aparato negro y con lágrimas escurriendo......(Vuelve a sonar el teléfono)..contesté hablé tres palabras con mi mamá pero reconsideré mis ideas agresivas y en vez de lanzarlo fuera de ésta casa lo tiré al piso...

El teléfono de éste hogar me jode la vida, y me la jode porque es el teléfono personal de mi mamá . Mis amigos me llaman a mi cel no a mi casa. Ese ruido perturba hasta lo más profundo de mi ser. Es grocero, inoportuno, mata-inspiraciones... Quiero pensar en una vida sin teléfono...Quiero pensar en una vida donde no haya hermanos mayores adictos a las viejeras que compren teléfonos negros de rosca cuyo timbre fomenta la depresión en personas como yo. Haré una lista mejor dicho; una vida sin: 1. Teléfonos fijos alrrededor. 2. Ventanas abiertas. 2. Vecinas fastidiosas que timbran a mi casa a cada nada. 3. Sin empleada 3 veces a la semana. La vida debe ser: 1. Con muchas cervezas en la nevera. 2. Naranjas para el jugo sagrado. 3. Con vecinos asociales. 4. Con calefacción 5. Sólo con el sonido de esas canciones. 5. Con un cigarro de marihuana dos veces a la semana. 6. Con los besos de alguien. 7. Con dinero para pagar sólo taxis...

Por andar hablando de lo que me fastidia se me olvidó lo que iba a escribir...

domingo, 9 de mayo de 2010

Ejemplo lúdico...

Esa organeta se asemejaba a lo que pasa en éste país: un montón de efectos,de toda clase, para cualquier género musical y unos dedos que por lo general no captaban la gracia del asunto. Los efectos son las leyes, los dedos son el cumplimiento de éstas. Vi etonces como las leyes se 'oian' perfecto y cómo dominaban toda idealización de algo que podría ser dependiendo de nosotros. Cuando los dedos empezaron a tocar, comprendí que esas leyes en teoría eran perfectas pero que esos dedos, esas intenciones, esos caminos de las melodías eran desordenados, pseudoambiciosos, facilistas; sí, así como somos los colombianos...Los dedos pensaban que hacían bien su labor pero no se percataban de que hacian las cosas a medias para tan prometedores efectos musicales...En una guitarra o en una gaita, no se cómo sería el asunto...