El viernes hablé con mi cuerpo...como nunca antes. Hablé con el porque me sentí enferma, atropellada por los vicios y la melancolía. Por medio de pellizcos y sensaciones raras me advertía que a nadie le compré mi vida y que las horas y los días pasan sin garantías. Si he de estar moribunda, tendré que tener salud para proseguir con el plan de vida, algo contradictorio, aburrido, pero sensato. Regresé a casa como una anciana que solo espera prepararse un te y acostarse a dormir. Recordé el órgano (humano o animal) que se sarandeaba por las cabezas de la multitud de Bogotrax en el septimazo. No pude comprender qué hacian unos malabaristas arrojando esos órganos, y tampoco comprendí por qué tuve la suerte que cayera a mi lado rozándome el pantalón.
El viernes no tenia ruido cuando habitualmente siempre lo tiene para mi.. Abrí mi libro (Los detectives salvajes) y me hastié de solo leer descripciones de escenas sexuales (algo que ya considero cliché en la literatura) pero supongo que no es por culpa de Bolaño sino por sentido que le siguen dando a ese tipo de escritura y peor aun, que los escritores nuevos reproduzcan ese lenguaje. Cerré el libro y pensé y pensé...Sólo podía sentir tranquilidad...ahi encerrada en mi cuarto un viernes en la noche como en los viejos tiempos...Ahí sola, conmigo misma sin una gota de alcohol...Ahí sola con mi corazón, sin evadir y sin sonreír..
El viernes no tenia ruido cuando habitualmente siempre lo tiene para mi.. Abrí mi libro (Los detectives salvajes) y me hastié de solo leer descripciones de escenas sexuales (algo que ya considero cliché en la literatura) pero supongo que no es por culpa de Bolaño sino por sentido que le siguen dando a ese tipo de escritura y peor aun, que los escritores nuevos reproduzcan ese lenguaje. Cerré el libro y pensé y pensé...Sólo podía sentir tranquilidad...ahi encerrada en mi cuarto un viernes en la noche como en los viejos tiempos...Ahí sola, conmigo misma sin una gota de alcohol...Ahí sola con mi corazón, sin evadir y sin sonreír..
Abriendo los ojos en la mañana por causa de los ruidos de mi hermano, sentí un pequeño pellizco en el abdomen parte superior, le susurré que me he portado bien y que me dejara dormir, cuando cerré los ojos me pregunté recordando las desgraciadas relaciones humanas "¿qué hice de malo?". Mi cuerpo habló de nuevo "yo me preguntol o mismo cuando pienso en ti"...