sábado, 14 de marzo de 2009

Caminar sobre un hilo


A veces anhelo estar en el lugar donde cuando llego me quiero ir. Aparento resquemor hacia todo cuando realmente me siento bien. Hablo demasiado cuando quisiera guardar silencio.

Un alto en el camino. Me arriesgo a caminar más despacio por el hilo con mis tenis verdes y con gafas oscuras para no ver con claridad. Una hambuerguesa o unas papas no serán alimento. El hacer los trabajos sobre una mesa será una apuesta con mi cuerpo. Hoy ya no sangra mi dedo. Mi cama ya está lista.

El hilo permanecerá intacto, y la poesía será el verdadero alimento. Unos sorbos de vino bañando las paredes de la garganta de la niña Marcela, muy bajita por cierto, con naricita bonita y crespos curiosos. Ella escucha que sus hermanos comerán hamburguesa. No será el alimento. Despacio...Despacio funciona todo, hasta la caida de un arbol. Estás ahí online y ratifico que eres tu a quién amo, de la forma que siempre debí amarte. El hilo permanece intacto porque no hablo demaciado.

Ayyy carajo, ese billete de 20.000 pesos puede desaparecer pronto. Deberá desaparecer pronto, pero no por culpa de unas papas, una empanada y chocolates. Te cambiaré amigo azul, por unas fotocopias, un almuerzo, una cerveza y un boleto a cine. Aghh dinero, las iglesias deberían adorarte a ti, porque eres el Dios de la humanidad. Hasta el otro Dios estaría de acuerdo.

Ahora me disculpan pero debo colgar la ropa en los ganchos, sin dejar de caminar despacio por el hilo. Podría morir en el intento.

PD: Me siento orgullosa de ser desordenada.





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