La telaraña que pendía de una esquina de mi cuarto fue arrasada por una ráfaga inesperada de viento que no existe en mi cuarto, ya que no hay ventanas. Ahora, pegada a una pared, pareciera un pedazo de seda sucio de algun vestido de matrimonio. La araña debió haberse ido, sin frustraciones. Me imagino que sólo un impulso mecánico pasará por su cerebro, impulso de seguir haciendo más telarañas. Aghh, ojalá fueramos arañas, u hormigas, para seguir adelante como si nada.
Las hormigas pequeñitas que invaden a diario mi cocina, son matadas por un trapo mojado que empleo por órdenes de mi mamá. Cuando las mato la sensasión es de desolación, pero al cabo de un rato aparecen más y más. No duran semanas, meses, o años en hacer luto a su población desaparecida. Aunque qué imbécil soy, el promedio de vida de una hormiga debe ser de menos de un año, entonces proporcional a eso, el luto que le hacen a sus compañeras en el transcurso de toda su vida sería como de 5 minutos. Entonces el luto si existe entre ellas. Viven su vida 448579874 veces más rápido que los humanos. Entonces, no esque ellas sigan como si nada, esque no tienen tiempo para extrañar.
Los marranos, esos bichitos grises que parecen armadillos miniaturas, aparecen ocacionalmente muertos en algún rincón de mi cuarto, yo los llamo 'intrusos'. No se qué hacen ellos, tal vez nada, tal vez sólo anden 10 minutos y luego mueran. Si se están preguntando qué clase de cloaca es mi casa, la respuesta es: ninguna cloaca, mi mamá y mi hermano son pulcros, a veces rayan, mi hermano odia que la empleada doble las medias por el lado reverso y odia ver migajas de comida en el suelo. Yo por el contrario soy desordenada y la comida se me riega sin darme cuenta. Por eso esos bichos se nutren de mi porquería, que en realidad no es porqueria sino descuidos menores.
La telaraña sigue en la pared, pero ahora está casi negra y se ha encojido más. En realidad no me gustaría cojerla y botarla, no por pereza sino porque me da impresión cojer telarañas. Esperaré a que se desintegre, pero puede ser peor porque es probable que se me caiga encima mientras duermo y ahí si no podría soportarlo y gritaría como una niña idiota y mi hermano me gritaría que qué pasó como si el mundo se hubiese acabado. Por mi me iria a vivir sola porque el es como un militar y yo soy como una indigente existencialista que usa ropa de Zara y ropa interior de Calvin Klein.
Otras telarañas se encuentran en el estuche de mi guitarra, unas rodean el bolsillo delantero y otra se formó en una botella de Aguila miniatura que escondí alguna vez en ese bolsillo para que mi mamá y mi hermano no se dieran cuenta que estaba bebiendo sola y llorando una noche. Esa noche mi otro hermano estaba en la casa y a los tres días se iba a ir del país, tenia entonces otro motivo encima para llorar. El dice que yo soy una Cocker y yo le digo que el es un labrador dorado. En la distancia, el se conecta a Gmail y me saluda y me cuenta que en donde está hay cervatillos que se pasean por los territorios de humanos y yo le cuento que vi perros bonitos en el parque. Mi mamá me pregunta frecuentemente que si me he comunicado con el y yo le digo que no. ¿Para qué le digo que sí si sólo hablamos de temas de niños de 5 años?, eso no le interesaría a mamá.
(INCONCLUSO)
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