Hoy podría insistir sobre el miedo a la quietud y al bienestar. Algún día lo perderé y cuando lo pierda, dejaré de frecuentar la sección de licores de Carulla de la 116. Ese día no prenderé el pc, tal vez tendría la mirada fija en mi hermano mayor, el abdomen contraido, la sensación de que existen pesadillas con un diseño perfecto y reventaré en llanto al darme cuenta que los buses pitan, el teléfono suena y el tiempo corre para todos los preparativos.
No sabré qué edad tendré y tampoco sabré qué habré perdido. Cada madrugada sonrio pero también me doy golpes y me lamento todo cuanto pueda. Recuerdo que muchas veces fui miserable y que nada ni nadie podía comprender aquel enorme vacío. Aseguro que no puedo ofrecer a veces, soy tan hipócrita con el aire y las luces. Son como cuadros impresionistas; de lejos llaman mi atención y cuando decido acercarme a ellos y tener una experiencia, todo se vuelve abstracto, feo y desabrido. Todo se parte en mil pedazos de mierda y yo vuelvo a mi cofre y a mi mundo de las ideas. ¿Cómo se supone que se es feliz así?
Me da miedo perder eso porque en tanto lo pierda, perderé un polo a tierra, una representación de la Razón que siempre ha estado a mi lado. Hoy, cuando salí del baño me conmovió el ratificar que la frase de una de mis películas favoritas se aplica con ese ser que tanto amo 'Love means never having to say you´re sorry'. Ayy, tantos devenires sin tenerse uno que mover tanto. Yo cómo hago para explicarle a la gente y a mi, que lo que amo lo tengo metido en un cofre más profundo y seguro que en el que y estoy y por ello, nada se me nota hacia los mios.
¿Cómo ha de funcionar esto, si hay tanto de lo que me tengo que ocupar y por ende me atenuo, hay ansiedad. Yo no trabajo, no, pero me fatigo, qué se le hace? Sin embargo me parece de gran dicha sentirme tranquila y apacible como ahora. Admiro a aquellos que logran ser felices, teniendo en cuenta que siempre serán seres tristes en escencia. Así me siento y vaya que si es bien interesante. Bueno, es incómodo en cierto modo y atosigante, pero este estado es casi perfecto. Me desnudé para que yo me viera, al fin y al cabo, mañana estará servido el almuerzo y nadie me aventará insultos.
Nada más que un instante de juerga y recital de nuestras aficiones (como siempre) para mandar a la miércoles este escrito.
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