Nadie me ha quitado ilusiones, lo que pasa esque se paran al frente y son como una cortina, pero mi fijación y mi objetivo siguen ahí...Puedo hacer dos cosas, abrir la cortina, lo que implica reducir el ego, orgullo y capacidad mental a lo que por alguna chimba razón las cosas se le dieron para encajar como un Lego en ese algo o alguien, y segundo, seguir observando apasionadamente esa ilusión a través de la cortina, hasta que me aburra y me retire. Si la cortina es gruesa y oscura, me acerco y le agradezco en silencio a ese alguien por haberme hecho las cosas más fácil.
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