"No es una historia fácil de entender. Además ese Dios practicaba el curioso ritual en el que su cuerpo se vuelve pan, su sangre vino, para ser tomado y comido durante una ceremonia llamada Liturgia.
Nisiquiera el pan sabía a pan. Tenía forma de arepa y no era arepa. Y lo peor, nos obligaban a tragar ese cuerpo-pan para salvarnos e los pecados". Fragmento de la novela Migas de pan de Azriel Bibliowicz. Josué, el personaje princpal tenía en su casa el cuarto del Dorado, donde tenía piezas de orfebrería precolombinas para ponerlas a actuar como títeres.
Nisiquiera el pan sabía a pan. Tenía forma de arepa y no era arepa. Y lo peor, nos obligaban a tragar ese cuerpo-pan para salvarnos e los pecados". Fragmento de la novela Migas de pan de Azriel Bibliowicz. Josué, el personaje princpal tenía en su casa el cuarto del Dorado, donde tenía piezas de orfebrería precolombinas para ponerlas a actuar como títeres.
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