Dicho y hecho. Mi amigo azul, el billete de 20.000 pesos, se desvaneció entre ayer y hoy...Casi la mitad de su cuerpo cayó de mi bolsillo hoy en la tarde sin yo advertir nisiquiera de su ubicación allí. Me di cuenta en clase y pensé que todo tiene su momento.
Un brownie cargado de ultracalorías fue la última compra y así como su injusta desaparición de mi vida fue un trágico accidente, mañana me puede pasar por encima un ostentoso BMW o una buseta. Entonces billete y Marcela equivaldrían a lo mismo...aunque. Un momento. Él por lo menos está repartido en otras manos y se reconfigura en su valor constantemente. ¿Yo a dónde putas me iría?
Ya empiezo a entender. Esque somos como el dinero. Reencarnaremos en otros cuerpos en las siguientes generaciones e iremos de mano en mano (amor).
3 comentarios:
A Gabriela Montoya le agradan tus pensamientos.
Gracias friend del alma :)
hermosa :) me gusta como escribes
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