domingo, 23 de diciembre de 2012

A veces muero a medias

"....yo tampoco duermo y cuando uno no duerme, tampoco vive. Tengo la impresión de que no voy a vivir mientras existas, de que no viviré mientras vivas" Matador, Pedro Almodovar

No se puede disfrutar de la muerte muerto, en cambio los que matan si pueden disfrutar matando, porque viven la muerte de los otros. Pero con el sueño la cosa se adhiere a la muerte como tal, como si mataramos a nuestro otro yo, ya que estamos en un estado que nos permite observar y sentir esa idea...Allí la muerte se recrea sin el estorbo de la consciencia.

Sería posible amar la muerte de quien amara en vida? y, Por qué habría de confiar en que el otro disfrutará de mi muerte si el también muere? Pero puede ser en cambio, que el amante que dice que daria la vida por su amor solo esté esperando a que sea el otro quién asuma ese papel, pero que en vez de muerto, represente una muerte y que ésta sirva para engrandecer su ego.

Al amor lo pudren las palabras y el robo de grandes y esquivos conceptos. Romeo y Julieta, son una silueta generosa, porque adornaron gratuitamente un espacio arquitectónico,  tocando fibras poéticas en la sociedad y fuera de eso, ocuparon cerebros pos modernos que no hacen sino repetir e idealizar sin caminar para comprobar, sin cargar con pestes letales ni prohibiciones.

Es por eso que es más fácil amar la muerte en sueños porque con la compañía de la vida vamos dudando de ella y conociendola a medias desde el cerrojo de nuestro sistema nervioso central y con los oidos de la inmaduréz. En el momento de despertar, no siento un nacimiento, podría decirse al contrario, que es el momento en el que la muerte se comunica a gritos porque mis ojos, abiertos con torpeza, comienzan a extrañar ago que se perdió en los sueños. Siento que es su confesión; me dice que siempre será un placer haberme conocido.

jueves, 25 de octubre de 2012

Otra vez de vuelta

2:48 am, ESPN...Transmitían beisbol. Recordé la arena marrón de la cancha de softball del Parque el Salitre en las vacaciones de mitad de año de 1996.  Mi papá yéndose o quedándose para verme jugar, ya no recuerdo.  En el calentamiento le daba quince vueltas a la cancha y aunque me lamentaba por el cansancio seguía corriendo torpemente para disminuir los gritos del profesor.

Luego, nos sentábamos para escuchar las explicaciones sobre las señales que el catcher le tenía que dar al pitcher que consistía en múltiplos. Yo agachaba la cabeza negándome a hacer el ejercicio. En esos minutos eternos, pese a que yo seguía viendo el cielo azul, un recuerdo se cayó o surgió del infierno; el mundo seguía e iba a seguir con o sin mi a las buenas o a las malas como sucedió en ese salón de clases sin nadie a mi lado y con mis lágrimas empapando el cuaderno en el que solo veía números escritos con un lápiz sin tajar y una profesora que con una paciencia reforzada aguardaba mis deberes.

Después, con los ojos clavados en el pasto, que ya no era pasto sino un parche negro de vergüenza, captaba cómo los demás muchachos resolvían sin espera los múltiplos del número que el profesor pedía, pero mis demonios no me permitían evocar ni un gramo de practicidad en la mente. El miedo me abrazaba y el profesor ya no desataba sus gruñidos en mi. 

Mi papá, con camisa y corbata, y un periódico que leía, parecía echar curiosas miradas al campo de juego. Sé que se daba cuenta que yo tenia pavor, que el mundo me pesaba; las señales, los códigos, las palabras....El sabía que yo estaba lejos, queriendo jugar softball pero lo suficientemente débil  para desistir e irme a mi cuarto a pintar en mis cuadernos con los ojos muy cerca de las hojas.


¿Cómo una simple transmisión de un partido de beisbol puede llevarme de vuelta a tantas cosas? Nickelodeon en 1996 constituía lo que hoy en día es el aguardiente para mi; una falsa motivación. Quise jugar softball porque alguna vez lo vi en un programa en ese canal y en la vida real fue muy diferente. Pedí perdón al cielo azul por no haber estado a su altura y no haber interpretado una sonrisa valiente. Ahora, todas las imágenes remiten y constituyen analogías... Quisiera desconectar todo...Las visiones son atrevidas.

¿He vuelto al origen? Esta madrugada, la ranura que dejó la cortina mal cerrada me hizo dudar... Acostada soy alguien que escucha a sus propios demonios y que le abre las puertas a las preguntas que por más sentido que les quiera dar, siguen en su burbuja maldita. Una televisión interiorizada en un camino de herradura  y unos ojos que por más que se esfuerzan para no ver, se abren y recuerdan. Recuerdo eso, los recuerdos. Los deseos son la capacidad de ver. La arena café cobija los curriculum vitae. La bola de beisbol; lo que a veces deseo. Mi papá; la ranura de la cortina. Yo; yo...Qué triste, y tan corta la palabra "yo"...

Todo aquí se trata de símbolos, de cosas que remiten a escenas poco gratas del pasado, y éstas en vez de transformarse dentro de ese pasado, son estáticas ( es al revez de lo que pasa con los deseos de cosas bonitas que ya pasaron)  Son imágenes fijas y que hoy en día las transformo a lo que quiero pero que por lo general solo se pueden transformar en el presente como un dolor más profundo y nunca como algo bonito.

martes, 23 de octubre de 2012

Distancias y encuentros

Reinventaría y reevaluaría mediocremente mi existencia, pero creo que es necesaria la distancia. Por ejemplo, ningun pintor podría hacer buenas cosas si no se mantiene lejos del lienzo y podría decir que aun así hay engaños de la mente sin que necesariamente se llame impresionismo. 

Para esa revaluación, quisiera poder reproducir un deseo que tiene sus cimientos en el pasado. Tener cerca lo que perdí o nunca he tenido supone en cierto modo una distancia abismal. Físicamente es un enfrentamiento que tendría que tener un escenario a ojos cerrados. No pretendo citar la trama de la película rusa Solaris, pero sí hacer un planteamiento inspirado en esta. 

Primero, de dónde salen los sentimientos si no son desde algo cuya ciencia ha sido incapaz de comprobar?.... Las sensaciones químicas son una respuesta a una existencia física, pero los ojos consumen imágenes que también son transportadas al plano intangible. Cuando se apaga un deseo revive la existencia de lo que la gente llama "amor", tal vez, pero prefiero no tener certezas.

Mi papá.  Supongamos que nunca haya nacido gracias a el, pero que aun así su amor haya sido incondicional como realmente lo fue;  supone un sentimiento que se generó a partir de hechos visibles, de recolecciones de la memoria. El amor, seria una experiencia a partir de los ojos.  Pero qué hay de los ciegos?  Sucede que imaginan y la imaginación es una experiencia visual.  Cómo se reproduciría entonces lo que se perdió para replantear imaginarios?

Si traigo a mi mente a alguien que quise o a un acontecimiento que me generó alegría, estoy reproduciendo exactamente lo que eso fue, o estoy recordando y reinventando lo que eso fue de verdad?., La experiencia del amor y esa visión motivada por el "amor" tiene cambios constantes. Dónde queda el enfrentamiento y la evaluación? En inventar, en cambiar. 

Al parecer la mente necesita de distorsiones porque los recuerdos y los deseos no son estáticos, pero algo sorprendente a mi parecer, esque lo que recolectamos en el presente de ese concepto del amor, sí es estático.





viernes, 31 de agosto de 2012

Jugarretas y tortugas

Lo peor del odio, no es el hecho de sentirlo, sino no saber qué es lo que se odia, o más tonto aún: creer que se odia cuando tan solo es un chillido tierno de debilidad tener un objetivo o un blanco, así sepa de dónde viene.  Cuando siento esos "odios" diviso el momento en el que me di cuenta que ya no estaban las valijas. Si alguna vez veo algo que creo haya estado dentro de las valijas, lo voy a manchar sin antes haber buscado las valijas.

La tristeza....ah! si, ella...Yo he sido triste desde esa mañana de 1991, cuando me di cuenta que tenía puesto encima un distintivo y una carcasa para vivir en sociedad. Cuando escapé con una tortuga ninja en la mano para esconderme en el rodadero gris de cemento porque allá "donde era el recreo" estaban los machitos con sus juegos legítimos y las princesas avergonzadas porque sus cucos "se  vieron".

De ese odio y de esa tristeza han quedado miedos, por no saber quién seré al despertar al otro día. Por eso Marcela amenaza con irse lejos y con poner en el lugar de ella al feto de ese odio. Ese feto será será inútil, incapáz de mandar a todos a la mierda.  Será un feto con odio, pero con cara de ternura.  Un feto listo para caminar a ritmo de muchos, pero también listo para quemar su corazón de manera que la idea del " futuro" sea sólo un discurso para contentar a los seres que lo quieren...Ese feto sabe que el futuro es una consecuencia genuina de este presente que es un caldero en el que ese feto viviría confundido, y tostado por el sol que dice amarlo, pero que se va a las seis de la tarde y que casi siempre no regrasa al otro día, ni al siguiente.  Un feto que dada la magnitud de su miseria se inventará al otro día estar feliz para que Marcela regrese y se quede engañada y al cabo de unas horas, desilusionada de sí misma y de ese feto que sabe que al fin de cuentas es ella misma.  

Marcela es incapáz de poner en su lugar a alguien que amortigue pesos y que sea tan grande como la idea de vivir. En resumidas cuentas nunca he sido capáz de mandar todo al carajo, pero así mismo pretendo poner en mi lugar a un ser que tampoco será capáz. El odio impide que uno pueda escojer reemplazos racionalmente. El odio impide que uno lo pueda describir a el mismo. Uno puede sentir odio, pero no describirlo. El odio no sólo es ese deseo de destruir y de despreciar con crueldad, el odio es también la impotencia de no ver con claridad los lugares en donde la tristeza dejó cultivos de fragilidad.



miércoles, 1 de agosto de 2012

Saludos, maestra

A esta hora hay espíritus que se pasean por mi cuarto.... No creo que vengan desde dentro mío, más bien creo que justo en el momento que los veo, se interponen ante mi sonidos y visiones que sí vienen desde dentro mío y que hacen que no les escuche la voz y ni los pueda divisar tal como son.

Pienso en los testigos de estas horas. Yo estoy de pie en la ceremonia, pero no se cuántos más estén participando. Me duele la cabeza y trato de dormirme viendo la minúscula luz roja del interruptor. Enciendo la luz porque prefiero imaginar de esa manera a los maestros porque se que a diferencia de los espíritus, ellos sólo toman forma desde el miedo a la luz del interruptor.

Lo que más me desespera, es que a esta hora no hay respuestas. Dicen que se necesita de calma y silencio para encontrar respuestas, pero no es cierto.  ¿Cómo pueden haber respuestas en la hora que muchos tratan de terminar trabajos, o en la hora en la que el cerebro demanda actividad regenerativa?...Esta incertidumbre desemboca en la creación...Invento una respuesta porque mi cabeza es el único día hábil de esta madrugada en la que no debería estar gastando luz. Ellos están ahí y su maestro los hace esperar. ¿Qué les digo?..

Los espíritus cumplen con su deber o mejor dicho ven que la raíz dio un fruto...Saben que nadie sobrevive a la duda, al desespero y por eso inventamos. Así es, me consuelo inventando, sobrevalorando los mandatos del futuro a sabiendas que me he jactado de despreciarlo....Los maestros se irán a las 4:00 de la madrugada, pues el día es largo y hay que madrugar. Generalmente, cuando despierto con el ruido de la aspiradora, con los taladros de la obra vecina, no me percato de que el ritual de horas antes me hizo creer otra vez en ti o en tu idea...

Inconscientemente mientras duermo luego de que el sol se asoma, te estoy queriendo con risas y cansancio, con la rabia de la cotidianidad.   Enferma de imaginarte, enferma de tu idea, de no poderte ver, ya lo dije, por los sonidos y visiones. Me encantaría vivirte como lo que eres...pero tan solo puedes ser lo que tus dedos me hicieron creer que eras.


lunes, 25 de junio de 2012

Un sueño cualquiera


Otro sueño que no puedo describir.... Pero lo intentaré.  

Estaba con un grupo de gente entre los 23 y 30 años.  Tenían  ropa bonita, sucia y oscura. Sus caras estaban perplejas y distraidas. Pensaban en un proyecto. Era de noche y  el líder nos pidió observar el cielo o la fachada de una casa y evocar una frase en inglés de algo que nos inspiraran esas visiones. Yo no entendía el punto de lo que el muchacho quería decir...Le pregunté en inglés mis dudas.  El hizo cara de incomodidad, pero me resolvió la duda.

Fuimos a otro lugar dentro de la casa y el líder entró a alguien que no veíamos. Una voz de de un hombre proveniente de Europa, tal vez Inglaterra, con una voz demacrada pronunció: "it's ok!"...Esas palabras accionaron un juego visual intimidante.  La casa  se descompuso en planos, en imágenes tan quietas que ellas mismas reclamaban su lugar pasándose por mis ojos, y a continuación una melodía punzante nos invadió. Era como un instrumento de viento agudo y fuerte...Fue como si esas palabras hubieran iniciado una obra trágica de teatro...Los muchachos no se alteraron, seguían practicando el ejercicio con sus sonrisas habituales. El sonido se asemejó al de un amplificador prendido que se encuentra al lado de un instrumento conectado a el...Desperté de un salto.


Como casi todos los sueños, bello e imposible para el mundo de las palabras y los hechos.

miércoles, 20 de junio de 2012

"Te dejo a ti primero"

Son los últimos minutos de las noches en las que antes hubo música, trago, risas, etc....Todos preparándose para el sueño y con las chaquetas bien puestas dejándose impregnar del olor de la coginería del carro ... Pero el frío a veces es tan insignificante cuando hay dos miradas en los puestos de adelante que tratan de obedecer a bostezos y a encojimientos..El momento perfecto...La intimidad que es como el broche de oro luego de una noche con los amigos del alma.

Minutos antes: el afán, el deseo, y el romanticismo que se retienen en un comportamiento de serena amabilidad "hagamos de cuenta que lo único que quiere hacer cada una es irse a las respectivas camas".  Automáticamente, los que están alrededor pasan a ser fichas de Parqués de un juego que ya terminó, y que necesitan ser removidas del tablero y ser metidas en sus bolsitas. La última ficha ya se metió.

"Chao Marce, te cuidas" y mi imaginación atrevida y melancólica no se acciona en el momento en el que estoy fuera del carro, sino en los minutos previos, porque estoy en el espacio que va a estar sin mi, porque veo la preparación del escenario, la utilería, y los actores que están nerviosos sin poder siquiera ensayar porque piensan que lo que fue fue....

A veces suenan cassetes o emisoras que escupen música que necesariamente tiene que sonar en mi memoria días posteriores y que se me clavará en lo más profundo de mi resentimiento y de mi desolación...."Chao, se cuidan. Gracias. Besitos"

Allá está mi amante o mi ilusión, besando a su amor y luego pondrá su cabeza en la almohada de la que no quiere zafarse el recuerdo del sabor de toda su piel. Yo pondré mi cabeza en mi almohada pensando que mañana será otro día...

martes, 12 de junio de 2012

Filosofando con el poder

Y así fue como Winston Smith recibió el tiro en la nuca.. Nunca supo cuánto tiempo pasó, porque no importaba, de igual forma su cerebro fue purificado. 

Como galletas Milo, de esas aptas para empezar el día, sino que yo me adelanté.  Es la 1:45 am,  hace media hora cerré el libro. No puedo dormir porque dormí toda la tarde y segundo, porque trato de hilar ese terrorífico mundo que ilustra Orwell con mi vida cotidiana. Comparando, nada es igual, pero pienso en la posibilidad de aplicar ciertos pensamientos en torno a mis debilidades.  Le apunto a las debilidades porque no siempre estas son satisfactorias, así que el concepto de "poder"será el invitado a mi cerebro en los próximos días ( espero que ese concepto tampoco sea conciente del tiempo que pasará estando dentro de mi).

Yo he ejercido poder en los video juegos; en los perros grandes y necios que he sacado a pasear y que atentan contra mi vida por semejantez halonazos que dan. Diciendole a mi mamá por el celular que yo veré a qué horas llego a la casa...etc. Pero a ese ente jamás lo he puesto a trabajar con Marcela. Pienso que muchos creemos que dentro nuestro gobierna solo la idea de nosotros mismos. Creemos que al ser una identidad, es necesario, que algo externo a nosotros sea el que tome el mando de ejercer poder, porque el poder significa control.

Ya lo he dicho. El poder es esa facultad para controlar un impulso, sea físico o emocional, para ejercer una acción que pueda desembocar en hechos no satisfactorios.  . ¿ Qué pasaría si yo ejerciera poder en mí misma? o mejor, cambio la pregunta, ¿quién es la otra conciencia dentro de mi que vería necesario ejecutar el poder? Winston nunca pudo olvidar, proque el último recuerdo que tuvo fue de su infancia, de un escenario agradable con su mamá y su hermana. Pero, el no decidió recordar. Fue algo que pasó por su mente, como los transeúntes que pasan por al lado de un supermercado. No tuvo poder sobre ese recuerdo.

La cosa se complica, pero sigue siendo posible.  Los retazos del pasado, debilitan al poder. Entrelazo imágenes, escenas agradables de un tiempo mejor y las traigo a mi corazón para que sirvan como mecanismo de debilidad.  Cuando no hay conciencia, de igual manera esos retazos vienen y nutren la ilusión y activan así mismo la imaginación, acto seguido, actuo porque creeo que conseguiré ese algo y acontinuación, caigo lento o rápido al piso, a esas baldosas metafóricas que emulan la frialdad de las reales. El poder es en esas ocasiones, el celador perezoso que no se da cuenta a qué horas se entraron los ladrones a un apartamento. Los actos inconcientes son ráfagas y saben qué es lo peor ? que tienen poder en sí mismos.

Ahora la dificultad se triplica, no sólo necesito ejercer el poder en mi misma, sino que necesito quitarle el poder a los actos inconcientes e insitntivos. Pero ellos son más rápidos, porque actuan bajo las entrañas del corazón. 

Decidir no basta, poque cuando se decide terminar con algo o ponerle freno a algo así sea temporalmente, no se está teniendo una convicción. Hay quienes abandonan sus ideas o su hogar por obligación, más no porque sientan la necesidad.....Necesidad....Si yo necesito una cobija, es para que no sienta frío....Pero entonces, quién acoge a quién ? el poder a la necesidad, o viceversa? 

Creo que hay algo claro.  Se tiene una idea y al ser una idea esta aplastaría la rapidéz de la llegada de un instinto emocional, luego se tiene que adoptar o bautizar ese otro yo que otorgue poder sobre mi yo conciente y una vez esto se logre, la necesidad surgirá por si sola y cuando despierte, lo que queremos que termine, terminará.

...y si esa idea, no viene desde mi corazón

Pongo un punto aparte confundido pero decidido.

viernes, 25 de mayo de 2012

Un fragmento de la ausencia

No puedo hablar de todo lo que circula en mi mente un día entre semana a las seis y treinta am. Es sensato reconocer que se me sale de las manos. Por el contrario solo es posible desmembrar el tema.

Recuerdo un día en el que iba camino a hacer vueltas en mi bicicleta; la rapidéz con la que bajaba no impidió que me percatara de un vacío en la esquina de la 92 con octava. La casa esquinera construida en los setentas estaba desapareciendo. Al frente, tres obreros estaban sentados en fila contemplando en silencio y rutinariamente la acción de demolición. Parecían viendo un aburrido programa de televisión. 

Así como vi descender la altura de la casa, como si se tratara de un pastel de matrimonio, así mismo puedo captar en mi mente que hay recuerdos que se van auto demoliendo o demoliendo a la fuerza y que cuando miro para cualquier lado, noto una ausencia casi que espacial, de bultos o siluetas que solían acompañarme al caminar, al reir, al llorar, al leer acostada etc...

Los momentos en los que siento que esos recuerdos se evaporan es cuando hay cierta resignación.  Yo creo que muchas veces los recuerdos son producto de una banal esperanza. Cuando la esperanza muere, la vida procede a lanzar esa grande bola de acero contra los recuerdos.  Lo curioso esque no nos damos por enterados.

El recuerdo está tumbado y cuando lo noto, es cuando por ejemplo, escucho una canción y se que a lo que me solía remitir, ya no existe y la sensación más que ser triste, es incómoda. 

Volviendo a la mañana, debo argumentar que la mañana es el momento en el que la demolición de los recuerdos genera dolor fantasma. Solo ahí, en esos minutos en los que la mente despierta, es cuando la ilusión del espacio donde habitaron cosas, se siente más que nunca y empieza a doler.




jueves, 26 de abril de 2012

Te maté....eso creo

El futuro no existe. Si imagino algo, si deseo algo, precisamente estoy perdiendo el tiempo en ello y si lucho para llegar a ese tiempo con la Marcela que quiero ser, estoy contradiciéndome, ya que lo que estoy luchando tiene sus repercusiones no en el futuro sino en el mismo presente.

Algunas veces cuando camino por la calle, acabando de haber hecho una diligencia y no teniendo otros compromisos, empiezo a caminar sin rumbo. Si anulo las preguntas que me haría en esos momentos (qué más tengo qué hacer?, a dónde me dirijo?) ya estaría haciendo cosas que nunca planeé, como entrar a una tienda, tomarme algo, entrar a ver peces, comprar algo en la tienda de ropa, ir a visitar de sorpresa a alguien, o impulsivamente llamar a algún amigo.

Lo más valioso de esos momentos es cuando esas acciones (aparentemente simples) que se llevaron a cabo sin decisiones, conllevan a un efecto que puede ser productivo para el Hoy. Creemos que las acciones del presente son tan solo pasos. Recordar: antes la Tierra "era" plana. 

El plan es válido, en tanto tenga que tener efectos inmediatos o luego de ciertas horas. El plan debe excluirse de la vida como tal. Quien piensa en el futuro está saliendo por la puerta principal y huye de los latidos del corazón.

martes, 17 de abril de 2012

Que me prohiban

Ya no me gusta ver ni oir por todo lado recriminaciones hacia los que prohiben.   No es original, y aparte, es desagradecido.

No imagino cómo habría sido esa mañana de algún mes y día de 1997 si en la cancha de boleivol, hubieramos llevado nuestras respectivas cervezas y cigarrillos en bolsas de la Olímpica en las manos, mientras que las profesoras, sonrientes, daban la órden de subirnos a la ruta rumbo a las afueras de Bogotá para la convivencia anual.  

Cuál habría sido el vértigo? o dónde se habría ubicado en algún rincón de nuestro emisferio, la emoción por estar dando un paso en falso pero igualmente fascinante?  No habríamos pensado en nada. No habríamos tenido el beneficio de subir a la ruta con el corazón galopando salvajemente y queriendo desistir sin poderlo hacer. Y peor aún, nunca habríamos sido verdaderos adolescentes.

Cuando veo películas sobre represiones sociales, me conmuevo al notar que las caricias prohibidas en los baños de los colegios de curas, con su posterior castigo, fueron, el motor original para luchar por aquello que se deseaba.  Gracias a las negativas y a los lavados de cerebro con moralismos peligrosos, esque las consciencias pudieron aflorar y despertar.  Adicional a esto, podría pensar también en ese vacío actual que existe al no tener una represión como las que habían antes, en las dictaduras latinoamericanas por ejemplo.

Qué decir de las épocas en las que la novia planeaba durante horas cómo iba a ser su escape de la casa para verse con su novio un par de horas, yendo descalza hacia el balcón, sudando, temiendo y sobre todo amando a ese jovencito en el que puso toda su fe.  Lo lograban.  Se veían.  Pero cuando sus papás se daban cuenta, pasaba, que si no eran correazos, era una cátedra que la ofendía y que tocaba las fibras de su corazón.  Luego de eso, era usual que escribiera en su diario el desgarro  y la piedra que podría sentir y de paso una carta para su novio, la cual enrrollaba en una piedra y la lanzaba a una hora acordada por la terraza.

Es verdad que muchos dirán que qué habrá quedado de todo eso sino dolor y frustración? Es cierto, no niego que es como si uno se hubiera quedado flotando en una canoa con la marea baja y sin ningún motivo para seguir avanzando luego de tantos años.  Podría decir en entonces, para defender mi idea, que esas heridas fueron la ratificación que algo había dentro de mi en lo cual insistir de manera inocente y temerosa.

Hoy no miro por la ventana a las 3 am pensando en que he durado casi 24 horas sin hablarle, ya que está el Facebook y podemos hablar así sea torpemente. Puedo al menos saber qué opina, qué hace virtualmente sin que se esté dirijiendo a mi. Pero antes, solo quedaba imaginar y desear y fumarse a los trece años una cajetilla entera de cigarrillos y ver películas en la "perubólica"e imaginar que así queria mi historia de amor con ese ser.  Hoy en día todo es un vómito, es decir, un revuelto de cosas, de bandejas de plata, de no dudas, de vértigos banales.

Hoy en día hay otra clase de mundo que fomenta los deseos, pero son deseos mareados y violentados . Ojalá hubiera alguien que prohibiera tantas cosas, para que no nos durmamos y así luchar como antes.

miércoles, 11 de abril de 2012

Como raro, tenía que llover

En momentos como estos, cuestiono más que nunca a los vampiristas, metaleros, emos, y niñas góticas (que se ufanan de gustarles las rosas negras),  ya que aman los días de lluvia porque sí, porque seguramente hace juego con su pelo largo y negro y sus chamarras negras que no las lavan desde que las compraron.  

A mi la lluvia no me combina con nada.  Ayer mientras que me trataba de dormir en la noche, la escuchaba y en vez de agradarme, me hacia dar susto porque confundía la caida de sus  gotas con voces.  Como yo tengo una fiel creencia a lo paranormal (y no uso chamarras, ni uso botas punteras, ni me la paso en chapinero) la lluvia me potencia el miedo y la jartera hacia la vida.  Sin embargo dado que siento miedo con muchas cosas el sol es la contraparte, el calmante, porque me hace cojerle amor al hecho de sentarme en una tienda horrible a escuchar Silvestre Dangond mientras que me tomo una pola, así ese man no me guste mucho. El sol hace magia, la lluvia hace desboronar mis caminos.

La gente que mencioné al principio es la gente que no siente temor en realidad por la lluvia y la oscuridad porque para ellos es tan solo es un eslogan para su apariencia y para comportarse en sociedad, por eso rechazan el sol, para no debilitar esa imágen.

lunes, 26 de marzo de 2012

Ese siglo..


Leo el clásico Drácula...En uno de los diarios de la amiga de la prometida de Jonathan, cuenta con alteración, confusión, compasión y extrañamente alegría,  que uno de los tres pretendientes le contestó ante la negativa de ella para contraer matrimonio con el:  "Oh! es usted sinera y leal. Es mejor llegar tarde para conseguir su corazón, que llegar a tiempo de ganar el de cualquier otra chica".  

Luego de pasmarme con esta y otras frases de clásicos de la literatura de ese período, imagino en aquellas tormentosas épocas, cómo los hombres y las mujeres preparaban el espacio en el cuál se evocarían frases que bien podrían matar moralmente o hacer caminar en nubes.  Los hombres, tenían la peor parte poque tenian que poner la cara,  proyectar una imágen impecable con los padres de la niña, abrir de par en par su atrofiado y masculino corazón y dejar salir versos hermosos y las acciones más dicientes, porque de esa mujer dependía sencillamente toda su felicidad.... Habían amigos, licor y póker, pero no había fútbol, X box, piques, motos, televisión. centros comerciales, drogas, punk, rap, ni había holgazanería ni cosas que podían esperar. La gente clavaba un puñal en su pecho y se jugaba la vida como jugaban en el póker su corazón por un mujer.  

Las mujeres, apretadas por los vestidos y botas de cuero se miraban en el tocador y se ruborizaban sin entender cuál era la decisión de su corazón y cuál era la decisión de una mujer digna.  Se peinaban, duraban otros veinte minutos en quitarse la ropa y se iban a la cama sonriendo, y a la vez lamentando la última imágen del muchacho que se apartó de sus vidas con el sombrero otra vez puesto, la cabeza agachada y empuñando las entrañas para no derramar ninguna lágrima ante el objeto de su adoración... Al otro día con la quijada elevada a cierta distancia para sobresalir femeninamente y orgullosas, sonreían fuerte y fugázmete a los muchachos, que quién sabe si al otro día amanecerían muertos por ellas....Solo podian imponer al mundo que en su condición de mujer era necesario ignorar los corazones rotos y seguir adelante para satisfacer la promesa de la proliferación de apellidos o uniones dignas....

Todo siempre digno...Promesas, estabilidades, momentos tranquilos ante un tocador, cenas, y tardes naranjas de tenis o crocket o simplemente tardes de costura y pensamientos que se condensan en las ventanas, mientras que recuerdan que muchos las amaron y que ellas no pudieron escuchar más de determinados minutos a esas lujuriosas almas masculinas.

domingo, 25 de marzo de 2012

Otra vez la hipocondría

Soy hipocondriaca o al menos estoy a punto de reafirmarlo.  Tengo dolores en los ovarios, en el hígado, entre otras partes,  pero no son dolores constantes ni  se representan en mi piel o en mis ojos o en mi materia fecal. Puede que no sea hipocondriaca y que por el contrario esté siendo víctima de una enfermedad sigilosa, y prudente, y más grave aún, que la ñapa sea incertarme la hipocondria, como salida fácil y consuelo ante la llegada de ese Samael biológico.

Voy al médico y luego me entregan los resultados y resulta que casi todo está en perfecto estado.  Aquellos pensamientos que en ocasiones llegaban a transformarse en un convicciones sobre un cáncer, una falla en el cólon, un tumor, cálculos etc...se derrumban gracias a esa corriente positivsta.  Pero entonces, aparte de sentir un alivio temporal, empiezo a pensar en los efectos psicosomáticos.   Yo le tengo miedo y admiración a las mentes, por esa misma razón temo empezar a pensar en el cáncer como pensar en almorzar porque entonces mi mente empezará a comerse el cuento de que hay un cáncer ahí metido, y que la cuestión se haga realidad.

Aglomerando esas conclusiones típicas de una mujer atemorizada, melancólica pero inevitablemente feliz como yo, se sitúa en mi modo de vivir, la idea de la muerte, hasta en los días de cerveza y sol más bonitos.  A veces pienso en que la vida me ha tratado de dar demasiado y que yo, con mi torpeza y mi pereza para sobrellevar los premios y los trampolines, caigo sentada y el miedo se apodera de todo... Me siento enferma y débil y sobretodo avergonzada, ya que no estoy enferma según los que se mataron seis años en una carrera que no da tiempo pra la vida social ni familiar... 

Gracias a una alcancía de barro que compré, pude ahorrar y comprarme una bicicleta y así sentir que mis piernas se pueden accionar (porque no soy buena para bailar ni para caminar).  Es rico cómo libero endorfinas en compensación a una vida sexual que está pasando por momentos críticos.  Me pongo los audífonos y empiezo a pensar pendejadas, y la vez, con una excelente coordinación de sentidos (en compensación a la precariedad con la que manejo mi vida profesional) respeto las señales de tránsito para no morir tan joven.  Puede que yo no capte un "te quiero como amiga" pero si capto el significado de los colores de los semáforos.  Soy hipocondriaca pero no tengo esas prevenciones insoportables de las mamás, que asumen que todo es peligroso y malo, pero tampoco me las doy de hippy y de punkera mala. De punkera solo tengo la cresta y nisiquiera, porque me estoy dejando crecer el pelo de nuevo. 

Les iré contando cómo transcurre mi hipocondría. Por ahora, una bicicleta está dandole sentido a mi cuerpo... y se ha vuelto una amiga, algo que jamás imaginé, ya que las bicicletas siempre me reflejaban los domingos jartos de ciclovia y la gente ñera que pealea en gallada con las bmx.  Es blanca y le he comprado luces y un candado para que los triplemalparidos choros al menos les tome un poco más de tiempo robársela.


domingo, 11 de marzo de 2012

Leer en inglés

Quiero comentar lo que sucede cuando leo un libro en inglés (ya que es la única lengua extranjera que se).  Sucede que uno (o yo para no hablar por los demás), leo el inglés como tal.  De repente la concentración no se enfoca en la trama del libro, sino en el idioma como tal. El cerebro empieza a leer la trama del lenguaje y cuando caigo en cuenta, releo de nuevo el párrafo en español.  Es como si nuestro idioma natal es el que se encargara de entender el sentido de algo antes que el otro idioma así seamos bilingues. 

Pero siendo eso así, es angustiante ya que al notar que eso sucede, continuo leyendo y diciendme a mi misma que esta vez tengo que poder leer la trama y captarla mecanicamente como si fuera en español.  De tanto repetirlo en la cabeza, sucede que el inglés y el español se revuelven y el resultado es el desentendimiento total hacia la historia y hacia el lenguaje. 

La vaga conclusión esque para entender la trama, funciona coger el libro y leer a las carreras. Cuando leo rápido mucha veces me sucede que el cerebro lo que hace es aglomerar la mayor cantidad de palabras posibles en el menor tiempo posible y la compensión es casi que automática. Es como si el segundo  idioma necesitara tener una perspectiva de mucha distancia para poder ocupar el lugar de mi lengua natal.

Es como un impresionismo linguistico.

lunes, 16 de enero de 2012

Vladimir Nabokov

El hotel Sochagota de Paipa fue quizá el sitio ideal para empezar a leer otro libro de uno de mis escritores favoritos. Hasta las lámparas tenues y ochenteras de mesa de noche encajaban con las hojas amarillas del viejo libro comprado en en una compra venta más pequeña que mi baño. Y así fue.  Cerré el libro estando ya en Bogotá tras haber presenciado la ira final de ese hombre ciego con un revolver escondido en su bolsillo....Gracias al objeto de su desgracia, su vida desapareció.  La falta de punteria y de vista hicieron que la desgracia en sí lo aliviara.  

Creo que aparte de amar la prosa de Nabokov, amo las frases cortas, torpes y desordenadas que suelo pronunciar casi sin sonido al terminar de leer sus libros o simplemente sus párrafos...Si armara el rompecabezas de dichos suspiros por cada párrafo o libro se generaría una clave.  Para ser más clara, le pondría más atención a esas frases torpes, que a las conclusiones pensadas y erúditas que se necesitan para apreciar un tema.  

¿La diferencia? que una apreciación erúdita y juiciosa de un libro es un análisis objetivo y productivo para otros lectores, en cambio esos suspiros hablados y letrados tras haber leido esos párrafos son sensaciones primerizas y decisivas.  Esas apreciaciones, se deben dejar intactas, ya que son como un impacto que se dejó tocar por la trama en cuanto la retina terminó de leer el párrafo..Son como la primera fase de un análisis, el enfrentamiento indefenso con el autor.  Entonces, se me ocure que podría escribirlas en sucesión y extraer de esas palabras la llave maestra que me conduzca a mi experiencia emocional con el autor.